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  • El grueso de la poblaci n otavale a de Villanueva

    2019-05-10

    El grueso de la población otavaleña de Villanueva lo constituyen parejas jóvenes con niños, indicio de un elevado grado de asentamiento en el contexto de acogida. En oposición al patrón del predominio de varones jóvenes observado por David Kyle en el caso de las migraciones autotaxin inhibitor Estados Unidos en los años noventa, en la comunidad estudiada la estructura de sexos es equilibrada. La mayoría de los miembros adultos inmigró a Europa sobre todo entre la segunda mitad de la década de los noventa y los primeros años del nuevo siglo. Los lugares de origen son la ciudad de Otavalo y comunidades tales como Carabuela, Ilumán, Peguche, Agato, San José y Montserrat. Finalmente, existe una minoría de personas cuyos padres emigraron a Quito y que, por tanto, a pesar de su identificación con la población Kichwa de Otavalo, proceden de la capital.
    La identidad Como un Proceso multidimensional El concepto de “identidad”, al igual que otros términos afines, a pesar de su gran relevancia tanto social como científica, ha sido caracterizado por una profunda ambigüedad. Paradójicamente el desarrollo de la investigación de corte constructivista no implicó una ruptura con lo que Rogers Brubaker denomina “grupismo”. En estudios de etnicidad, nación y raza, esta tendencia implicó el trato de grupos étnicos, razas o naciones, sea explícito o implícito, como colectivos internamente homogéneos, externamente definidos y caracterizados por objetivos compartidos. Sin pretender una revisión exhaustiva, a continuación se indican las aportaciones, que al perseguir una sistematización conceptual, permiten superar este sesgo y fundamentan el marco teórico de este estudio. En la presente investigación se aplica la conceptualización de la identidad inspirada en la propuesta de Henry Hale. La identidad constituiría, de esta manera, la autodefinición en función de la totalidad de puntos de referencia personales que especifican la relación de uno mismo con el mundo social. Los puntos de referencia, o dicho de otra manera, las dimensiones de la identidad permiten ordenar la realidad que nos rodea y situarnos en ella. Al ser construidas en relación al contexto, las dimensiones pueden variar su nivel de importancia dependiendo de las circunstancias. Para reflejar el continuo de posibles grados de relevancia que puede adquirir un punto de referencia identitario, Hale utiliza el concepto de thickness (“densidad”). De esta manera, una dimensión identitaria densa llega a Spindle influir profundamente en la diversidad de situaciones sociales, repercute en las formas predominantes de interpretar el mundo social y de actuar en él. Por el contrario, una baja densidad caracterizaría a una dimensión identitaria de escasa relevancia en la vida cotidiana. En cada momento la autodefinición personal se ve constituida por puntos de referencia tanto de alta como de baja densidad. No obstante, el concepto de “identidad” suele ser utilizado para denotar sólo las dimensiones densas. Esta reducción de su significado resulta en que la inherente variación de la densidad de las dimensiones identitarias se invisibiliza. Sin embargo, es precisamente este proceso de construcción de los puntos de referencia, de adquisición, de mantenimiento, pero también de pérdida de su densidad, el que debería encontrarse en el centro del estudio y la reflexión sobre la identidad. De esta manera podemos reorientar la investigación social, si tomamos como punto de partida no al “grupo”, al suponer la necesaria existencia de cruciales características compartidas, sino al proceso de formación o disolución grupal, y analizamos los cambios en la densidad de distintos puntos de referencia. Esta visión nos induce a hablar de múltiples dimensiones de la identidad, pero no de múltiples identidades; del énfasis diferencial puesto en distintas dimensiones de la identidad, pero no de cambios entre identidades.