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  • El presente art culo busca exponer un panorama

    2019-05-17

    El presente artículo busca exponer un panorama general de la dinámica de movilización y representación política emprendida por los principales movimientos sociales presentes en Perú, los cuales se desenvuelven en un contexto signado aún por las reformas estructurales, los cambios constitucionales y la persistencia de consensos ideológicos autoritarios, que configuran lo que denominamos “posfujimorismo”. Luego de un repaso general del escenario histórico de desenvolvimiento, analizamos los principales discursos, marcos identitarios y reivindicaciones de los actores sociales que surgen o se reconfiguran H-Lys(Ac)-OH.HCl manufacturer fines de los noventa, superada la etapa de conflicto armado, posterior pacificación y en plena crisis del último gobierno de Fujimori. En tercer lugar, abordamos el proceso por el cual estos movimientos generan confluencias de plataformas y encuentros de sentido tanto entre organizaciones cuanto con actores político institucionales como los partidos, incursionando en la competencia electoral. Finalmente, ensayamos un acercamiento al actual momento de movilización, signado por la llegada al poder de Ollanta Humala y su alineamiento con el consenso neoliberal en detrimento de las promesas reformistas que le valieron el apoyo de las organizaciones. Se abre así un nuevo momento en la acción política de los movimientos sociales, distanciados temporalmente de los principales partidos políticos pero asumiendo a la vez nuevos desafíos en la apuesta por transformar un orden social que continúa siendo injusto y desigual para las mayorías.
    I. ¿Veinte años son nada? 1992-2012 por qué hablar de posfujimorismo En cuanto al estableciemiento del modelo neoliberal, el gobierno de Fujimori aseguró concentrar el poder en el Ejecutivo a expensas del Congreso y del Poder Judicial, y al interior del mismo Ejecutivo a través del Ministerio de Economía y Finanzas (mef) y el aparato de seguridad. Esta manera de aplicar el neoliberalismo facilitó lo que Francisco Durand denomina “la captura del Estado” por parte del sector privado, las corporaciones nacionales y multinacionales, allanando el camino hacia la extrema concentración del poder económico en torno a Forward mutations una pequeña élite empresarial coludida con la mafia fujimontesinista. Justamente, un eje clave en el proceso de reformas neoliberales emprendidas fueron las privatizaciones de las empresas estatales, aceleradas desde 1994 y seguidas por una ola de adquisiciones, concesiones y nuevas inversiones, que continuaron con fuerza durante las décadas siguientes, aumentando la dependencia del Estado sobre el capital. Esto incluyó empresas de servicios públicos creadas durante el gobierno de Velasco, como la Compañía Peruana de Teléfonos o la Empresa Nacional de Telecomunicaciones que favorecieron a monopolios privados en procesos que no fueron materia de deliberación pública. Por otro lado, se privatizaron y concesionaron empresas estatales como minero perú o hierro perú, pasando a manos del capital extranjero en el marco de la H-Lys(Ac)-OH.HCl  manufacturer promulgación de la Ley General de Minería publicada en junio de 1992 en un contexto de alta corrupción y discrecionalidad, cuyo resultado fue que algunas multinacionales y grupos económicos locales controlaron las comunicaciones, la banca, los fondos de pensiones, la minería y expandieron su importancia en el sector de hidrocarburos. Otro aspecto central del modelo que se ha mantenido, e incluso que se ha intensificado, es la denominada reprimarización económica, a partir de la cual el país experimenta un retorno a la economía “primario-exportadora” con el consecuente retroceso del sector manufacturero y la pérdida de importancia del proyecto industrializador. Se prioriza así la exportación de recursos naturales, principalmente minerales, gas y petróleo y se incrementa la presión sobre los territorios donde éstos se ubican. Como señala Anthony Bebbington ya en el periodo 1990-1997 mientras la inversión en exploración minera en un ámbito mundial creció 90%, en América Latina aumentó 400%. Para el caso peruano, según cifras del minem, en los últimos 10 años el valor de las exportaciones mineras se ha multiplicado siete veces y ha pasado de poco más de 3 mil millones de dólares en 1999 a la cifra récord histórica de 21.723 millones durante el 2010.